RABIA: UNA DE LAS ZOONOSIS DE MAYOR IMPORTANCIA MUNDIAL
La rabia es una enfermedad producida por virus del género Lyssavirus y de la familia Rhabdoviridae, potencialmente transmisible a todos los mamíferos o animales de sangre caliente, incluidos los humanos. Esta patología afecta al sistema nervioso central, provocando generalmente la mortalidad del individuo y es considerada como una de las zoonosis (Revisa aquí artículo "Zoonosis, ¿Qué es?") de mayor importancia en el mundo.
El virus de la rabia está presente en todos los continentes, excepto en la Antártica. En algunas zonas del mundo se considera como un problema desatendido que causa decenas de miles de defunciones al año, el 40% de ellas, niños menores de 15 años. Se calcula que cada año fallecen unas 59.000 personas a causa de esta enfermedad en el mundo, a pesar de ser 100% prevenible.
La vía de propagación a personas y animales es la saliva de los animales infectados, con la que se entra en contacto a través de mordeduras o arañazos. El contagio también puede ocurrir por entrada de saliva infectada en las heridas abiertas o en las mucosas, como la de la boca, la cavidad nasal o los ojos. También se ha documentado la infección por inhalación del virus, por ejemplo, en el entorno de una cueva de murciélagos densamente poblada.
El período de incubación de la rabia habitualmente es entre 2 y 3 meses, pero puede variar entre 1 semana a 1 año dependiendo de factores como el punto de entrada y la carga viral. Los síntomas iniciales incluyen fiebre, junto con dolor, hormigueo, etc. Posteriormente, mientras el virus se disemina al sistema nervioso central, se produce una progresiva y mortal inflamación del cerebro y de la médula espinal. Una vez aparecidos los síntomas, la rabia es casi siempre fatal.
Los signos clínicos de la rabia en los animales varían dependiendo del efecto del virus en el cerebro. Los signos característicos incluyen cambios repentinos en el comportamiento, salivación, pérdida de coordinación, convulsiones y parálisis progresiva conducente a la muerte. En algunos casos, sin embargo, un animal puede morir rápidamente sin haber mostrado signos clínicos significativos.
Todos los mamíferos son susceptibles a la enfermedad, pero los responsables del mantenimiento y propagación de la enfermedad en humanos son ciertos carnívoros y los quirópteros (murciélagos). De esta forma, se han identificado dos ciclos de transmisión: el ciclo urbano (virus de origen canino) y el ciclo silvestre (virus de origen son a partir de carnívoros salvajes y quirópteros).
En Chile, la rabia urbana fue endémica entre los años 1950 y 1960, registrándose numerosos casos en humanos y animales. Esto llevó a la instauración en 1960 de un Programa de Control y Prevención de la Rabia en el país, con el objetivo de controlar esta enfermedad en el reservorio más importante, los perros. Dada la efectividad de estas y otras medidas adoptadas, el último caso de rabia humana transmitida por perros en nuestro país data de 1972.
Por otro lado, en el año 2013, un joven Chileno, milagrosamente, tras cuatro meses de hospitalización, se convirtió en el séptimo sobreviviente de rabia en el mundo y el único en Chile, aunque no se pudo determinar en ese momento el origen de la infección.
Es de suma importancia recalcar que al tratarse de virus presentes alrededor de todo el mundo, el riesgo de transmisión siempre va a existir y no va a desaparecer. Debido a esto, la prevención de la rabia, así como la educación para la población, son asuntos primordiales para el bienestar global.
Actualmente la Organización Mundial de la Salud y sus asociados en todo el mundo pretenden poner fin a las muertes humanas debidas a la rabia transmitida por perros mediante el enfoque mundial de «Una sola salud» (Revisa aquí artículo "Una Salud") basado en la vacunación masiva de estos animales, el acceso a la profilaxis postexposición, la formación del personal de salud, la mejora de la vigilancia y la prevención de las mordeduras mediante la sensibilización de la población.
Ante casos de ataques, es importante lavar inmediatamente con agua y jabón cualquier herida de mordedura o cualquier superficie expuesta e informar inmediatamente del incidente a un médico o al servicio de emergencia del hospital más cercano.
En DocPup te recomendamos asesorarte con tu Médico Veterinario de confianza para cumplir con los esquemas de vacunación antirrábica legalmente requerida de tu mascota, recuerda que prevenir la rabia es tarea de tod@s.
Bibliografía:
- Organización Mundial de Sanidad Animal (2018). Manual terrestre de la OIE. Obtenido de https://www.woah.org
- Organización Mundial de Sanidad Animal. Fichas de información general sobre enfermedades animales; Rabia. Obtenido de https://www.woah.org
- Instituto de Salud Pública de Chile (2023). Vigilancia de virus rábico animal Chile, 2017-2021. Vol 13. Obtenido de https://www.ispch.cl/
- Organización Mundial de la Salud. (2024). Rabia. Obtenido de https://www.who.int/